Ene 252010
La semana pasada, aprovechando que me había guardado algún día libre en la recámara, me fui a pasear por la sierra. Me fui hasta el Parque Natural de Los Alcornocales, a recorrer el entorno de La Sauceda.
Tras las lluvias tan abundantes que hemos tenido por aquí entre diciembre y enero, esperaba la zona algo húmeda, pero me llevé la grata sorpresa de encontrarme agua hasta las orejas, incluso en ciertos momentos haciendo muy dificultoso recorrer los caminos que se habían convertido en auténticas torrenteras.
Subo una pequeña selección de algunas imágenes que he tenido tiempo de preparar, el resto las encontraréis en el Almacén.
El día amanecía nublado lo que, unido a la frondosidad del entorno, permitía usar velocidades lentas de disparo, muy agradecidas para ciertas tomas.
Aún quedan restos de lo que fue el antiguo poblado de La Sauceda, habitado en su mayor parte por republicanos, anarquistas y desahuciados (de donde proviene su nombre), salvados de los bombardeos de la aviación nazi, y que hoy en día son usados como alojamiento rural.
La mayor parte de la vegetación la compone el alcornoque, explotado para la obtención del corcho, aunque también pueden verse muchos ejemplares de quejigos (roble andaluz), acebuches y robles melojos. Existen también infinidad de arbustos y árboles de menor porte, y un tupido manto de helechos, musgo y líquenes.
La meta que me fijé fue la cima del Aljibe, donde pude tomar un buen respiro y admirar las fantásticas vistas que ofrece de las provincias de Cádiz y Málaga. En esta se puede apreciar el Embalse de Barbate y, al fondo, el Océano Atlántico.
En esta otra, dirigiendo nuestra vista más al sur, podemos alcanzar perfectamente hasta la costa africana, incluso más allá… El pedrusco centrado a la izquierda de la panorámica es el Peñón de Gibraltar y la línea de agua que divide a la imagen en dos es el Estrecho.